En segundo lugar se preguntaron: que se puede hacer?
Esta claro, que los niños requieren ser protegidos de exposición a virus a través de las vacunas. Pero sus efectos adversos? como prevenirlos?
Aquí se inicio un estudio, que aun no termina, en homeopatía. Muchas veces con errores, pues algunos homeópatas plantean radicalmente que no se vacune nadie, cosa totalmente irresponsable.
Otros homeópatas, sin embargo, han descrito y estudiado medicamentos que previene los malos efectos de la vacunación.
Además, han descrito como usarlos y han verificado sus experiencias, con mejoría de cuadros clínicos secundarios a vacunación.
En resumen, se trata de evitar los efectos mórbidos de las vacunas sobre el sistema inmune, sin alterar su efecto protector. Este es el ideal medico, por lo que todo niño debería recibir un manejo preventivo homeopático, antes y después de la vacunación.
Actuando de este modo, se evitará, un ahondamiento excesivo de la vacuna mientras que la acción opuesta evitará una reacción demasiado viva por parte del retículo endotelial (fiebre, cefaleas, vómitos o enfermedades cronicas: nunca bien desde la vacunación.) La acción de la vacuna oficial seguirá estando garantizada en su efecto inmunológico total.
El tratamiento ideal de cada niño, seria un tratamiento previo y a posteriori, de cada episodio de vacunación. Si existen efectos adversos, el medico homeópata debe individualizar cada caso, para poder darle un manejo adecuado. La buena noticia es que se puede curar y mejor aun, se pueden evitar enfermedades más profundas, con homeopatía, sin tener efectos adversos ni ninguna contraindicación.
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