Por ej.: una paciente que desea tener hijos, pero no logra concebir a pesar de tener los análisis clínicos normales, así como ecografías y radiografías. De toda su vida reporta sentirse pequeña, de sentir que no les importaba a sus padres, ni a sus hermanos. De pasar desapercibida en el colegio, y ya casada, que su marido la hace sentirse abandonada.También, en otras ocasiones se siente capaz de ser muy mala, poderosa, con ataques de furia, es decir, como si se alternara entre esos dos estados. Físicamente, también se alternan sus síntomas: si le duele la cabeza, le inicia en la derecha, pero termina en el lado izquierdo; igualmente le ocurre en la garganta, comienza en la derecha y termina a la izquierda. Presenta ocasionalmente amenorrea (no menstruar), y por supuesto tiene el diagnóstico de infertilidad.
Si el homeópata encuentra que esta alternancia de síntomas en su carácter y en cómo manifiesta sus enfermedades, está dentro de un patrón de vida, que en este caso puede describirse como esa sensación de estar siempre por debajo de los demás, con una tremenda falta de autoestima, el médico homeópata debería entonces saber que este hilo de Ariadna de su paciente corresponde a un remedio homeopatico, LAC CANINUM, que, al tomarlo, llevará información a esa paciente en particular para recuperar su situación de autoestima, permitiendo desarrollar su sistema glandular y finalmente logrando quedar en embarazo. (Debo aclarar que he resumido un caso que requirió un año de consultas hasta aclarar su hilo de Ariadna). Este es el tipo de situaciones que un homeópata detecta y puede curar cuando se trata de una enfermedad crónica o aguda con un fondo común, un patrón de vida.
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