lunes, 7 de noviembre de 2011

Conoce más sobre la Acupuntura: Historia 2ª parte


Desde el punto de vista de la historia de la Acupuntura, el libro más importante, es el  Neijing  o Canon médico del Emperador Amarillo, que tiene dos partes, el SUWEN y el LINGSHU. Los dos son los pilares de la acupuntura. En el libro, el emperador le hace preguntas a su medico, KIPO, y a través de ellas, introduce las respuestas a preguntas sobre la salud que aun no hemos resuelto adecuadamente en el siglo XXI.

En el canon del emperador amarillo, ya se habla de la necesidad de regular la sal, para mantener sano el corazón: Un exceso en la ingestión de alimentos salados lesiona los huesos y los músculos y produce un estancamiento de la energía del corazón.

El exceso de azúcar, nuestra la diabetes, tiene como principal blanco el riñón. Pues bien, en el Canon del emperador amarillo se afirma textualmente: Un exceso de sabor dulce produce aprensión en el pecho (¡¡síntoma de ansiedad muy conocido!!) , además, desgasta la energía del riñón ( lo llamamos ahora nefropatia diabética). Hasta hace muy poco se ha comenzado a colocar en su verdadero lugar la alimentación como regulador de la salud. (Capitulo III, Huangdi, traducción de Roberto  González, documento PDF: en la Web).

Hablamos ahora en medicina de la relación del ser humano con su biorritmo y con la necesidad de proteger la biosfera, pero el emperador amarillo fue más allá. Hace 5000 años describió como los órganos se relacionan entre si, con las estaciones, con los colores, los sabores, por ejemplo al hablar del hígado: el hígado representa la madera, es la estación de la primavera, su color es el amarillo (el color amarillo de los ojos es un síntoma clásico de hepatitis), su emoción es la ira (nos ponemos verdes de rabia, como la bilis…), y su sonido es el grito (gritamos de ira). ¿ Podemos entender al ser humano tan conectado con sus órganos y emociones? Lastimosamente, nuestra ciencia va en el camino contrario, y cada vez, la medicina se especializa mas, y la visión del ser humano es muy pequeña: al oftalmólogo solo le interesan sus ojos, al ginecólogo sus órganos  reproductivos, solo de la mujer, etc...

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