Ocurrió algo muy curioso, con la llegada a china de la civilización occidental: muchos médicos pensaron que era innecesaria la acupuntura, y ¡los médicos chinos quisieron ser occidentales! Un decreto del gobierno QING, de 1822, ¡abolió la escuela imperial de Acupuntura! Porque decían “no era útil para el emperador”.Afortunadamente esto solo fue en las capitales, porque este conocimiento siguió siendo conservado y expandido en las provincias y resurgió con la llegada de la nueva China, en 1945.
Las últimas décadas han visto aparecer nuevas técnicas, como la craneopuntura para enfermedades mentales, la auriculoterapia, agujas permanentes en la oreja, la electroacupuntura y el uso de la anestesia acupuntural. Las agujas han pasado de ser de piedra, luego agujas de oro y plata y finalmente de acero, y actualmente, son de acero inoxidable, y por supuesto, totalmente estériles.
Más de 5000 años han pasado desde que los míticos emperadores crearon el I-CHING, la Acupuntura y la medicina herbolaria. Y siguen siendo tan útiles, como en el pasado, y aun más, con esta nueva aldea global, conectados con una red energética, igual que la del cuerpo humano: cada vez somos más conscientes de que no estamos solos, que hay una energía que nos une con nosotros mismos, con nuestros semejantes y con el universo entero. La acupuntura es un legado para toda la humanidad.
Por Dr. César Erazo
Octubre de 2011
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